Mírame!

dd458c9b-8178-424d-9867-92504cd6a997

No me lo pidas, mi Señor, mi vergüenza no lo permite,
déjame tan sólo en un rincón de Tu pensamiento
al lado de la paciencia que tanto te exprimo,
y en ese suelo frío que pisan Tus pies
para que temple mi cuerpo de esclava arrepentida.

No puedo mirarte, mi Señor, con mi indecorosa mirada,
permíteme permanecer postrada en espera
con la cabeza entre mis manos y mis ojos entornados,
ofrecida sin que nada me sea otorgado
para purgar esta pena que recorre mi ánimo.

No me reclames, mi Señor, la cobardía me atrapa,
siendo incapaz de esperar Tu clemencia
y pedir de nuevo Tu mano que es mi guía,
debatiéndome entre el temor de mis entrañas
y el amor de mi ser ofrecido.

Exígemelo, mi Señor, si así es Tu deseo
y venceré de nuevo mi deshonra,
alzaré mi mirada avergonzada
ofreciéndotela esperanzada,
suplicante de continuar sirviéndote
cumpliendo con lo que me es pedido
desde el día en que dije mi primer…a Tus pies.

 

54

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Hoy quizás debiera decir que no hay nada que celebrar, que la tristeza inunda nuestros corazones y debemos dejar que nos invada porque es un día triste, un día en que el recogimiento, las lágrimas y el pesar están muy presentes.

Todo eso lo siento, lo sentimos, pero hoy más que nunca debo esforzarme por recordar, por recordarte que pase lo pase en estos días estamos aquí para compartirlo, tenemos la oportunidad que muchos no tienen, la fortuna que muchos anhelan e independientemente de cómo nos sintamos hoy la gracia de estar juntos.

No diré que eso todo lo puede porque sería ingenua y tentaría a la vida a demostrar su fuerza, pero también lo haría si desaprovechara la oportunidad de cuidarte, de servirte y de amarte en este día doloroso y en todos los que nos queden, siendo fiel a mi misma y a la suerte que poseo.

Soy feliz a Tu lado y por eso, sonrío a la vida a pesar de las dificultades y te digo…

FELIZ CUMPLEMES mi Señor!!!

T’estimo molt.

Prohibido llorar…

llacHace muchos días que tengo ganas de venir a mi refugio y expresarme pero cada vez que digo de hacerlo no sé por donde empezar porque no quiero que se convierta en un conjunto de palabras amontonadas como lo son ahora mis emociones.

No estoy pasando una época demasiado buena pero contrariamente a lo que se puede pensar o a lo que suele ser habitual en mi misma, no me estoy abandonando a los sentimientos sino que en un esfuerzo por permanecer centrada trato de enfriar mis propios ánimos y analizar desde fuera los acontecimientos para que no anulen todo lo demás.

Ciertamente tengo momentos de debilidad emocional, necesidad de apoyo y comprensión, así como instantes de incertidumbre e impotencia, que como para todo el mundo resultan complicados de gestionar, pero no olvido como necesito sentirme para no perder el equilibrio.

Y aun con todo eso soy consciente de la suerte que tengo, y me enfado conmigo misma por quejarme y me niego a hablar de lo que siento porque sé que son minucias ya no comparado con el dolor de muchos sino incluso con el pesar que yo misma he llegado a experimentar en otras ocasiones de la vida.

Pero es cierto que tampoco soy conformista y así lucho por mejorar aquello que me niega la calma.

Tengo prohibido llorar, se entienda o no, lo entienda o no, y no por derramar unas lagrimas que en ocasiones se escapan sino porque de ese modo, con esa fortaleza exigida se forja esta mujer, temerosa de no ser capaz hasta que demuestra serlo, tierna y dulce como nadie puede imaginar y como sólo Él sabe, firme y decidida cuando sabe de su camino, con unas emociones desbocadas pendientes aún de contener pero maravillosas para ser entregadas.

Siempre he despreciado la intensidad de mis sentimientos, la exagerada fuerza que imprimen en mí, pero algo está cambiando, la visión de mi misma está mutando haciéndome ver que esa impresión no tiene porque ser negativa.

Prohibido llorar…y esa prohibición forma en mí como el lago en la cumbre un remanso de paz donde acudir, con el peso de cada lágrima guardada, con la fuerza de la presión que ejercen en la cima, y las ganas de volcarlas con quien comprende el motivo de cada una de ellas y dejará que fluyan los sentimientos por el cauce que estime mejor, y sin duda, será el acertado, así me lo dicta la experiencia y la confianza depositada.

Otra época que pasará como muchas otras y de la que sacaré todas las enseñanzas que me sea posible y, aún así, en estos días complejos soy capaz de disfrutar de maravillosos instantes, de mágicos momentos compartidos que hacen que valga la pena y que ese sufrimiento y preocupación deje paso a la belleza del Amor, porque sin ello no podría seguir, no, ya no, ahora que lo conozco no puedo prescindir, y haré cuanto esté en mi mano por conservar algo tan increíble.

Y hoy aquí lo dejo, para quien sepa leer entre lineas o para quien quiera quedarse con la superficie…

Feliz noche

Algo más en el correctivo…

Podría decir que me siento como una niña pequeña que ha sido aleccionada, pero los sentimientos que albergo no se parecen absolutamente en nada a los que tenía cuando en mi infancia recibía un castigo.

Podría poner una foto que reflejara el correctivo en si, una que todos tuvierais visualmente claro que esta esclava hoy ha sido sancionada pero siento que lo verdaderamente importante no es el tipo de castigo al que me someto, sino lo que ha motivado el correctivo, lo cual trabajo pero está claro que no lo suficiente, y sobretodo, y esta es la mayor diferencia con mi niñez, que ahora comprendo que los castigos parten del amor, del cuidado por corregir algo que nos hace mal y que, quien nos ama no puede permitir. Es un acto de generosidad.

En este tipo de relación ese amor se expresa también de esta manera, mediante los correctivos aceptados, y a mi me dan la oportunidad de ver que ese mal no sólo me lo hago a mi misma sino también a mi Señor, pues sino nada de esto estaría hoy ocurriendo.

Esta es la imagen que me ayuda a definir este sentimiento de saberme aleccionada, cuidada y querida…y que, aunque un correctivo siempre sea doloroso, me ayuda a ser consciente del daño que puedo hacer con un mal hábito…y recordarlo cuando se acerque de nuevo el momento…

tumblr_nk66qzBqqR1ttpgxko1_500

Ningún trabajo es en vano y el desanimo no podrá con mi empeño, cada día tengo una nueva oportunidad de mejorar…y más, con este amor maravilloso que inmerecidamente la fortuna me ha concedido.

Gracias mi Señor por Tu guía, por Tu amor…

A Tus pies

Presente de nuevo…

tumblr_nlnmx8pgrs1qjdnyzo1_540

No voy a negar, porque no puedo hacerlo, que han sido unos días complicados, de enfrentarnos de nuevo a las injusticias que trae la vida, de comprobar una vez más como los errores de unos salpican a otros y, de gestionar la rabia que genera la incomprensión y el dolor cuando todo es inmerecido.

No daré detalles porque no me corresponde y porque yo, en realidad, «sólo» he sentido una mínima parte, unas sensaciones revividas, una empatía que nada tiene que ver con el sentimiento más puro, pero sé como se siente éste, sé lo que significa y la imposibilidad de dicha aceptación.

Pero hoy, no quiero transmitir eso, no deseo mostrar el dolor que ha reflejado mi refu durante días, y aunque evidentemente nada esté superado aún, quiero mostrar que, aunque pueda parecer una locura, aunque parezca imposible, en ese dolor he sentido mi sumisión, de nuevo desde una vertiente distinta, de nuevo desde esa que hace poco comentaba y que, o así lo parece, la vida se está empeñando en enseñarme.

Sinceramente creo necesitar una tregua en ese aspecto, pues nunca es bueno explotar en demasía una única dirección, pero todos sabemos que la fortuna es caprichosa, y que hay épocas en las que todo parece volverse en contra y sentimos que nunca van a terminar.

Siempre he tenido miedo, pánico en realidad, a disfrutar de instantes gozosos, a esas épocas en que te sientes como en una nube, porque, imagino que a todos nos sucede, esas tampoco duran para siempre, y después de esas suelen venir de las otras, pero dicen que no hay luz sin oscuridad, que es imposible conocer la alegría sin la tristeza, y quizás tenga algo que ver ese concepto en todo esto…no lo tengo claro…me negaría en realidad a creer de ese modo…

Llevo muy mal la impotencia, mi sentido de la culpabilidad se agudiza hasta límites intolerables y me reclama un esfuerzo inhumano para sobreponerme y estar a la altura, no a esa que yo deseo, sino a una que para mí es insuficiente pero ante la que, conscientemente, no se puede hacer más.

Sigo teniendo la sensación de haber fallado, de no haber logrado mi objetivo, aunque se me ha dicho por activa y por pasiva que me he comportado bien, mas creo que deberé aprender a creer también en esas palabras, hacerlas mías al igual que las de un regaño, y sosegarme en la confianza depositada en quien me las confiere.

No estoy contenta con los resultados aunque no había resultados buenos posibles, pero si agradezco el poder haber estado, el sentir que era merecedora de compartir esos instantes, y de haber dejado de lado mis querencias por muy sentimentales que hubieran sido, extrapolando otras experiencias ya vividas a este instante, para saber como actuar, para obedecer, para olvidarme de mi desmedida conciencia y mi afán de superar mi propio sentido crítico, y primar lo que debía.

Ese sentimiento, aunque nacido del absurdo dolor, me lleva a conocerme mejor a mi misma, a ver qué debo corregir y me anima a continuar trabajando.

No se entiende nada, serán simples desvaríos personales, pero quiero dejarlo aquí entre las cuatro paredes de este pequeño refu, porque forma parte de mi vida, de mi sentir y de mis luchas.

Feliz viernes a todos.

Noche de desconsuelo…

hands

Quisiera ser tu refugio,
ese al que jamás deberías acudir
si se cumplieran todos mis anhelos,
si la vida me concediera los deseos
que con infantil inocencia proclamo,
cerrando con fuerza mis crédulos ojos.

Quisiera destruir la distancia
que jamás está presente aún cuando ésta duele,
que sientas mi mano entre Tus dedos
a pesar de estar para Ti ausente
cuando la cruel fortuna te reclama.

Quisiera con mis besos sanar heridas,
con mis caricias olvidarte angustias,
pintar con mis manos Tu sonrisa
y estrellar Tu pecho de ilusiones.

Quisiera tantas cosas absurdas
que me asusta incluso confesarlas,
mas algo me impulsa a procurarlo
en busca de sentires imposibles,
en esta noche de desconsuelo.

Guardaré el silencio que precisas,
inmóvil que no impasible permanezco,
pues en este y en todo momento
tan sólo quiero ofrecerte
aquello que sea menester.

A Tus pies, de Tu mano…

T’estimo.

Cuando ya es tarde…

La necesidad de retroceder cuando es tarde, de fustigarte porque deberías haberte adelantado, deberías haberte corregido justo en ese instante en que te diste cuenta, pero en ese instante es ya tarde, parece que haya sido una milésima de segundo pero es un abismo porque es ya demasiado tarde, porque Él, muchísimo más atento ya lo ha visto y se siente dolido porque debe volver a corregir.

Y luego, viene toda esa sensación de agobio, ese malestar personal por haber fallado, ese arrepentimiento y la necesidad de pedir perdón y de ser perdonada, y la consiguiente tortura durante esa eternidad, independientemente de que sean minutos, horas o días.

Estoy segura que ese malestar no es sólo de la parte sumisa, sino que Él, evidentemente en su lugar, también siente esa desazón y también tiene sus propias luchas para educar convenientemente, pero yo, hablaré de mi sensación, pues es la que vivo, es la que siento.

Hay muchos tipos de relación D/s, incluso las hay que buscan recrear estas sensaciones porque es lo que les motiva, pero para mi, si algo tiene que me desagrada es precisamente este instante, el momento en que sabes y sientes que has errado.

Podéis pensar que el castigo es el peor momento, y con certeza digo que no es para nada agradable tampoco, pero en él sabes que se encuentra tu perdón, que en él se haya el camino para corregirte y aprender y aunque sea duro, durísimo, cuando concluya te unirás a Él ungida en Su perdón y en sus ganas de continuar.

Pero, que me decís de ese momento en que ni tu misma te perdonas? como gestionar esas sensaciones por haber tirado por la borda un momento que pudo ser precioso como muchísimos otros? como soportar la desazón de saber que has dañado a quien más amas y has ido en contra de Su enseñanza y, a la vez, de tu anhelo?

Pedir perdón?, sí evidentemente, pero lo primero que viene a mi es la sensación de saber que no le servirá, que el “no lo volveré a hacer” queda fuera de mi alcance, que no sirve otra cosa que demostrarlo y sentir la impotencia de no haberlo hecho.

Muchas veces me han dicho que me lo tomo demasiado en serio, que me lo tome como un juego y todo será más fácil para mi, pero yo me pregunto…¿como me voy a tomar algo que lo siento en serio como un juego?¿como voy a despreciar la seriedad de una relación en que la otra parte lo pone todo de si mismo para mi educación de esclava? ¿acaso lo que recibo es de broma?

Debo pasarlo mal, ahora, en este momento, porque es lo que me he buscado, y no es autoflagelacion gratuita ni busco compasión, sino compartir una pura reflexión del instante, el sentimiento que debo saborear aunque sea amargo, una vez, y otra, tantas como me haga falta para que ese instante inicial que me pareció una milésima de segundo se convierta con mi atención en una inmensidad donde reconducirme antes de llegar al ahora.

No digo que todos hayáis sentido este momento, y se que pocos están dispuestos a sufrirlo, pero hoy, en este momento realmente doloroso quiero exponerlo para que, todos cuantos envidiáis mi relación, todos cuantos alabáis y anheláis algo similar a lo que yo vivo, seáis conscientes de que, esta preciosa rosa que admiráis, tiene espinas, espinas que hieren a ambos, y esas espinas deben doler porque existen para ello, para aprender donde están, para proteger a esa preciosa y dulce rosa.

No quiero desanimar a nadie, pero si compartir mi sentir…pues este instante también existe…

Duele y debe hacerlo…

Una historia que escribir…

No está siendo una época fácil, me cuesta asumir que hay cosas ante las que no puedo incidir para solucionarlas, el hecho de tener que asimilarlo como parte de una especie de derrota personal endurece mi desmedido sentimiento de culpa.

Trato de ayudar a un gigante a levantarse, a comprender lo que para mi es tan lógico que me resulta imposible. Mi voz no es siquiera escuchada, mis gestos entendidos como sin sentidos, y una vez tras otra corro sin moverme del sitio…

Siento como si dejara a mi cuerpo hundirse en una agua pesada que no me permite subir a respirar…agotada, ahogada, rendida…
Son tantas cosas las que deseo, tantas las que quisiera hacer ver y tan poco efecto el que causa, que la frustración se acaba convirtiendo en cansancio y el brillo de mi mirada en un opaco reflejo de la tristeza.
Pienso una y otra vez en esta debilidad que me adjudico, en este pesar que debería saber sobrellevar y he llegado a pensar que me exijo demasiado para lo poco que puedo hacer en realidad…
No puedes ayudar a quien no desea ser ayudado…Esta frase me la digo muchas veces a lo largo del día, pero no llego a creérmela, no quiero darme por vencida pero en cada derrota pierdo un poco de mí y debo tomar la decisión por mi misma. Nadie puede hacerlo por mi, por mucho apoyo que tenga….
Decido continuar caminando, recorriendo este camino en el que he descubierto pinceladas de esa felicidad que todos ansiamos. Decido rodearme de gente que quiera estar conmigo, gente sana en sus intenciones, con las mínimas dobleces, que me soporte en mis momentos de pesar y me permita estar cuando son los suyos, que sonrían sinceramente cuando el sol entre por mi ventana y compartan la claridad que a ellos les invade.
Decido ser yo misma aunque haya quien no me quiera así, aunque ahora sepa leer el desprecio en las miradas, las falsedades en las sonrisas y la doble moral en las acciones. No haré daño gratuito pues no me satisface, pero no permitiré que me lo hagan a mí…Si debe doler dolerá…
Seguiré siendo sensible pues es un don de mi carácter y fuerte cuando la ira me tumbe para volver a levantarme, porque nadie dijo que esta vida iba a ser fácil pero lo que con certeza conocemos es su brevedad y no quiero despreciarla, no quiero ocupar mis horas en pensamientos negativos y redundantes, pues no me ayuda a vivirla.
Tengo motivos para estar triste, creo que todos los tenemos, pero también para estar alegre y aunque la elección parece simple carezco en ocasiones de la fortaleza para valorar ambas y no dejarme invadir por el pesar.
Una de mis fortunas es tener gente cerca, poca pero de calidad, que están para escucharme, para que esta solitaria lucha lo sea menos, para consolarme cuando la tristeza me invade y para zarandearme cuando debo salir de este dolor y enfrentarme a la realidad.
No puedo negar que he sentido dolor en otras muchas ocasiones, pero es cierto que en esta ocasión he sentido lo reconfortante que es no pasarlo sola, poderlo compartir con alguien sin temor, abriendo el alma y dejando que salga, aceptar que lo siento y que también forma parte de mi.

Me resulta conmovedor el estar confiando en alguien de este modo, en ocasiones asusta porque siempre me he quedado para mi el dolor pero me gusta descubrir que hay quien también lo acepta…

Soy esclava, esto siempre procuro tenerlo presente porque lo siento así, ya sin duda ninguna, y aunque no he descuidado mis tareas, primero porque son mi deber y segundo porque son momento de recuentro conmigo misma y me aportan serenidad, estos días no he estado tan pendiente de mi Señor como suelo estar, tenia ocupaciones o mejor dicho, preocupaciones, que le han robado Su tiempo.
En ningún momento me ha criticado este hecho, al contrario, ha estado conmigo como nadie lo ha estado jamás, escuchando, apoyando, acompañando, y por eso tengo que agradecerle que sepa primar mis necesidades, que me cuide no sólo como a un instrumento para su exclusivo uso, sino como a un preciado bien, haciendome sentir querida, a pesar de que era lo que menos esperaba sentir en esos momentos.
Mi Señor, se que echas de menos a esa dana tan Tuya, a esas sonrisas trapellas, a los suspiros deseosos, a las miradas picaras, a las suplicas lascivas y silenciosas, y…a muchas cosas que imagino ves en mi y que te hacen estar a mi lado incluso cuando ni yo misma lo estaría…
Tendré días mejores, días peores pero en todos ellos, sean soleados o tormentosos deseo estar a Tu lado, disfrutar de todo lo bueno que Tu mirada me muestra y gozar de esta esencia que ya no me abandona jamás, porque no la dejo escapar ni la olvidaré nunca más…
No creí que fuera cierto que alguien pudiera querer TODO de mi, pero a medida que pasan los días a Tus pies se que aquello que me dijiste ya hace bastante tiempo es del todo cierto…y hoy vuelvo a recordar y disfrutar…

__________________________________________________________________________


Mía






















Quiero descubrir tus luces y tus sombras,
desentrañar el enigma que esconde tu alma,
amasar tus miedos, empaparme de tu esencia,
tomar de ti hasta saciarme.

Quiero que tiembles, que llores y te pierdas
para poder encontrarte y llevarte conmigo siempre
sin que importe otra cosa que tenerte a mí lado.

Quiero tus sueños, tu voz, tu mirada,
saber lo que amas y a qué temes,
conocer donde empiezas y acabas.
Nada podrás reservarte pues cogeré cuanto me plazca.

Quiero tus suspiros, tus jadeos, tus ganas,
haré de la incertidumbre tu marca.
Sufrirás de deseo, de impotencia, de ansia.
Quiero los espasmos de tu carne impaciente
y el sudor de tu piel excitada.

Quiero cuanto albergas y atesoras,
y cuando nada más puedas darme,
solo entonces, aplacaré tu hambre
para que tus sueños no queden impunes.
Dejaré que tu sed de mí se apague
permitiendo que ocurra lo que tanto esperabas.

Será mi alcoba el templo donde consagrar tu destino
y en el instante sublime, cumplida ya tú esperanza,
fundidos los dos como habías querido,
por fin te sabrás  mía y mías serán tus alas.

__________________________________________________________________________
Continuaré día a día, porque no estoy dispuesta a dejar pasar mi vida en blanco…
Tenemos una historia que escribir siendo Tuya…
Gracias a todos por estar.
Feliz noche

Insólita mirada, mundo desconocido…

Últimamente mi percepción del mundo está mutando, no sé exactamente que me está ocurriendo, y aunque a veces es tremendamente satisfactorio porque los detalles percibidos son, aunque puedan parecer insignificantes, de una gran belleza, todo tiene también su parte contraria, y esas otras percepciones son realmente frustrantes y confieso que últimamente me están costando de gestionar, imagino que por la falta de costumbre.
Antes, simplemente veía lo que aparentaba, la primera cara, visible a simple vista, y me resultaba suficientemente creíble como para no ir más allá y, así, más sencillo. Soy consciente de que con ello me perdía mucho, muchísimo de lo que estaba a mi alcance y no lo apreciaba, y por ello no lo cambiaria, pero me resulta terriblemente confuso ver más allá de lo evidente.
Quizás muchos penséis que estoy loca, pero sé que aquellos que sois observadores o tenéis esa capacidad de ver un poquito más allá, comprenderéis de que os hablo…
Esas actitudes en apariencia directa, sin dobleces, sin más que lo visto a simple vista, se convierten muchas veces ante mi mirada en un motivo oculto, en la visión de otros porqués que no siempre resultan agradables de vislumbrar y hacen que el mundo se convierta en una amalgama de segundas intenciones, las cuales ir discriminando para quedarte con las únicas y verdaderas, evitando que afecten las que nada tienen que ver en realidad con la apariencia inicial.
Ahora mismo me encuentro, y permitidme la metáfora, en una frondosa selva haciéndome paso, tratando de encontrar el camino real desligándome de las pegajosas lianas que se adhieren a mi piel impidiéndome el avance lineal, lacerándome en ocasiones o envenenándome con su irritante savia. En ocasiones me liaría simplemente a cortar todo cuanto ante mí se halla pero creo, quizás esté equivocada, que entre toda esa maleza puede hallarse algo que me sea de utilidad y sea digno de disfrutarse, y otras me quedaría acurrucada esperando que todo acabe, y se trate solo de una pesadilla, pero quiero pensar que aprenderé a seleccionar y enriquecerme únicamente de aquello que sea merecedor de ello.
Miedos, inseguridades, malas intenciones, envidias, y un sinfín de etcéteras se abren paso ante mi esquiva mirada, y aunque trato de no ver por qué, me duele en demasía, por algún extraño motivo se me hace imposible, y aun tratando de convencerme de que estoy equivocada son demasiadas las pruebas que con el paso de las horas me muestran que esa extraña visión era cierta, y creedme que tener razón, en esos momentos, no me resulta para nada placentero.
Quiero confiar que con el tiempo y la práctica me resultará más sencillo, y solo daré paso a mi interior a aquello que sirva, que pueda ser una arma en mi avance y lo demás quedará simplemente ahí, sin más importancia que la que tiene, no la que ahora le doy…
Quizás siempre he tenido esta capacidad y nunca la he querido/sabido usar, temiendo lo que ahora me está ocurriendo, prefiriendo la ingenuidad que la realidad, pero ya no estoy dispuesta a dejar pasar las maravillas que ahora también descubro y gozo, aunque suponga tener que batallar también con su cara opuesta, que sinceramente duele…
No quiero dejarme llevar por la tristeza, aunque a veces parezca lo más sencillo, y quiero en cambio usarla para crecer, para desarrollar esta capacidad (si es que puedo llamarla así), y descubrir un mundo que parece nuevo aunque siempre haya sido así.
Desgranaré esos miedos, esas inseguridades, malas intenciones, envidias y todo cuando me hiere para hacerme más fuerte…pero disculpad si, en días como hoy, me cuesta un poco tirar del carro, y como en este caso, uso mi refu para volcar las sensaciones que me abrigan y las intenciones que me obligo a atesorar…
Quiero creer, pero a veces este mundo me lo pone realmente difícil…
Como decía mi “bisa”, este mundo apesta y lo seguirá haciendo a pesar de los quilos de colonia que le ponemos cada día…Que razón tenía la santa mujer!

Abandono…

Mírame a los ojos y dime que ves,
recuerda que es lo que ahora sientes,
pues será la última vez que me tientes.
El sabor amargo de mis labios,
el ahogo profundo en mi respirar
y la deshonra del fracaso,
serán la carga que tú soportes.
Abandono la lucha,
no estoy dispuesta a enfrentar tal batalla,
piensa si quieres que has ganado,
celebra tu triunfo,
¿acaso ves que me importe?.
Sé que volverás, no soy tan ingenua,
y aunque sin ti crees que no sé vivir,
eres tú quien sin mí no lo hace,
pues nada más tienes que mi apego,
y yo, una vida por descubrir.
Así será nuestra despedida,
la indiferencia nuestra expresión,
por eso, te pido que saborees,
hoy, nuestra última canción.

Las dos caras de una moneda…

Quisiera que a medida que escribo estas letras el motivo de ellas desapareciera y me devolviera la visión que hace unas horas tenía, pero parece que el equilibrio de la vida se presenta de nuevo para reclamar lo que cree suyo.
Toda moneda tiene dos caras, todo parece tener un precio y por ello cuando un regalo llega a tu vida se cobra algo a cambio.
Si debe ser así, que así sea, y me enfrento sabiendo que es por ello algo grande, pues solo las cosas maravillosas son capaces de crear estos sentimientos, y justo por lo que decía antes, también los opuestos.
Verlos, sentirlos, vivirlos hace que sea aún más consciente de lo poseo, y aunque no pueda negar el dolor que siento, se convierte del mismo modo en una arma de doble filo, que no sólo hiere a quien es atacado, sino también a quien la empuña.
Quisiera que la primera entrada de este año estuviera plagada de amor, de Amor con mayusculas, y expresarlo del modo en que me gusta hacerlo, compartir la alegría que ahora sé que soy capaz de sentir, incluso en esta época tan difícil para mí como es la navidad pero, el Amor que hoy dejo expuesto, no será de color de rosa, no es dulce y pastelón, no al menos en la superficie, pero bajo ese manto purpura se refugia el más grande Amor que se pueda conocer.
Os dejo hoy, unas palabras de la ciudad, que seguro muchos ya habéis leído, e imagino que pocos comprendido, pues en ellas encuentro ese Amor del que os hablaba…
Hacer tuyo el dolor de otra persona, compartir no solo los bellos instantes, estar incluso cuando no apetecería, escuchar y acompañar, abrazar, crear, confiar cuando nadie más lo hace, cuidar cuando las fuerzas menguan, creer y apostar, continuar…¿quien puede negar que esto es Amor?…
Aquí os dejo el post que os comentaba…
(clickar sobre la imagen)

Elisabeth…

Elisabeth es una mujer enérgica, independiente, acostumbrada a tomar sus propias decisiones y hasta hace bien poco, gobernaba su vida. En pocas ocasiones ha tenido que acatar órdenes y siempre ha sido resolutiva para conseguir salirse con la suya. Quien la conoce dice de ella que es de carácter fuerte y que no se achanta ante nada ni nadie, poniendo todo su empeño hasta conseguir sus objetivos.
Yo también creía que ella era así, desde que la conozco no me había parado a verla de otro modo, pero ayer todo cambió, en un abrir y cerrar de ojos descubrí en ella a una nueva mujer, una que no había sabido ver antes.
Como muchos otros días coincidimos haciendo un café en el bar cercano al trabajo, no estamos en el mismo equipo ni interrelacionamos demasiado pero no había nadie de mis habituales compañeros y por cortesía me senté a su lado, preguntando previamente si aquella silla estaba libre.
Con una media sonrisa asintió, pero al mirarla vi cierta tristeza en sus ojos, y esa fachada de chica dura parecía estar a punto de desmoronarse.
No sé porque le sugerí ir a un lugar más tranquilo del bar, a unos sofás que hay donde los ejecutivos suelen mantener reuniones alrededor de un café o una copa, pues está algo mas aislado del bullicio de la zona de mesas. Ante mi sugerencia resbaló una cristalina lágrima por su mejilla, y rápidamente confiando que no la hubiera visto se la enjugó. Caminaba delante de mi y sus pasos seguros disimulaban la dulzura de ese rostro compungido que trataba de ocultar.
Me senté muy cerca de ella y le dije: “¿estas bien Elisabeth?
Contestó primero con un “si si claro”, pero no me lo creí y supo que así había sido, y dejándole tiempo para que me lo contara me quedé en silencio mirándola. Podía sentir esa mezcla entre sus ganas de hablar y el temor a hacerlo, supongo que para no perder aquella postura de mujer fuerte que siempre era admirada por todos.
Dijo: “no he estado a la altura de algo, no puedo contarte detalles porque tampoco me entenderías, pero siento un gran pesar y debo tratar de mirar como solucionarlo”.
En ese instante se derrumbó y bajó su rostro hasta apoyarse en su propio regazo dejando salir el llanto que debió tener contenido muchas horas dentro de si. Al agacharse vi sobre su pecho derecho lo que me parecía un tatuaje, pero no pude ver que era exactamente.
Para tratar de desviar su malestar pensé que sería bueno cambiar de tema y le pregunté sobre ello. Un poco tímida me enseñó un poco más de ese dibujo que decoraba su redondo y turgente pecho. No podía creer lo que veía, me decía a mi misma que seguro estaba equivocada, pero la mire a los ojos mientras me decía “es algo importante para mi, aunque lo lleve oculto tiene un gran significado personal» y vi el orgullo y el amor reflejado.
Era un triskel y lo que parecían unas iniciales. Yo no salía de mi asombro, me moría de ganas por preguntar pero no quise ponerla en un compromiso ni tampoco me parecía adecuado hablar de según que temas con alguien de mi propio trabajo y con quien tan solo había hablado en contadas ocasiones.
Así que solo me salió: “precioso triskel”…
Se puso colorada y se tapó rápidamente el trocito de pecho que enseñaba tartamudeando ” emmm si, bueno, es un símbolo celta”.
Si si claro”, le dije con una pequeña palmada en la pierna.
Volvía a llorar de nuevo y hizo ademán de marcharse cuando le insistí que esas cosas era mejor sacarlas, que a veces pensamos que no nos entenderán y luego resulta que es todo lo contrario, ayudándonos a gestionar ese dolor.
Empezó a decir: “veras, resulta que hace poco he adquirido un compromiso con alguien, prometiendo el cumplimiento de ciertos puntos (lo relataba como si se tratase de un  contrato laboral pero yo sabia que no era así) y ayer sabiendo que iba en contra de uno de ellos primé por mis propios intereses decepcionando a la otra parte, la cual tiene en sus manos la rescisión de tal contrato
Mujer no te lo tomes así, seguro puedes excusarte y tratar de resarcirle”, le dije.
Solo repetía sollozando “ves! no lo entiendes! no lo entiendes!
Quizás si eres sincera y me cuentas la verdad pueda entenderlo, dímelo, venga, puedo entender de que se trata, se lo que significa ese triskel, esas iniciales y esos sentimientos tan dolorosos que estas experimentando, dime que es por esa relación D/s y te contaré algo”. Sabia que esas iniciales solo son comprendidas dichas de forma rápida por quien está viviéndolo y todas las señales me llevaban hacia ello.
Su cara era un poema y abrazándose a mi dijo que no podía creer lo que le decía, que no pensaba que yo, que no era posible que yo…y cogiendo camino al trabajo para tener algo de intimidad empecé a contarle:
Mira Elisabeth, yo hace ya algún tiempo que firmé ese contrato, parece que algo más que tú porque reconozco en ti esa ansiedad que causan esos inicios, sé que el mundo se hunde cada vez que cometes algun fallo, que quisieras resarcirle del modo que fuese, pero la única forma es aprendiendo de esos fallos”.
Así que por fin me dijo ” llegué a casa ayer a eso de las 22h, cansada y algo tensa por todo lo que sucedió aquí en el trabajo, solo quería que me dejaran en paz, descansar y no pensar en nada, pero tengo ciertas obligaciones al llegar a casa, aunque sea tarde, aunque no me apetezcan, pero no las hice. Cuando llegó mi Amo ni siquiera preguntó, sabía por mi actitud esquiva que no había acometido mis quehaceres, así que me ordenó me desnudase y le esperase en la sala de estar.

Vi que traía el cinturón en la mano, sabe que odio el cinturón y me dijo tiempo atrás que solo lo usaría cuando yo descuidase mis deberes, que el no-uso de ese instrumento era un privilegio que me concedía.

No dije nada pero me temblaban las piernas, adopté la posición y asumí los azotes que me impuso, y aunque perdonó mi fallo hay algo que me corroe, una sensación amarga que no dejo de lado y que no se siquiera definir. sabes de que te hablo?
Tenía claro ese pesar, ese arrepentimiento de conocer tus obligaciones y no hacerlas, de dejarte vencer por muchas de las excusas que todas ponemos y que nos sirven cuando no nos escuchamos a nosotras mismas para no reconocernos el fallo, pero que cuando es evidente para nuestro Señor deja de ser aceptable para nosotras mismas, y pasamos a la incomprensión del porque lo hice, si yo sabía que, si tenía que haberlo visto, pude haber parado a tiempo, etc etc etc…
Se lo dije así, y solo asentía fervientemente con la cabeza hasta que explico: “llevaba días recibiendo una especie de señales en mi cuerpo, algo me indicaba que no iba bien, que tenía que parar, que debía centrarme, pero no lo escuchaba, no podía ser, era más fuerte mi apetencia que mi compromiso, y esas señales eran fácilmente silenciadas mientras todo salía como yo quería. No me sentía bien, una especie de vértigo se ceñía y me daba un mayor impulso en la carrera que irremediablemente me llevaría a descarrilar.
Dijo que debía irse, pero que en esa breve conversación había comprendido mucho más de lo que podía imaginarme, que decirlo en alto le había ayudado y sabía que debía hacer.
Me quedé inmóvil, yo he sentido esas señales provenientes de mi misma, nunca les he dado la importancia que merecen, últimamente yo también las he silenciado, no he creído en ellas y sé que me hubiera ido bien parar a tiempo. Hoy mismo las he oído con claridad, hoy vi que debía decirme un BASTA y actuar como sé que debo hacerlo, porque las excusas no deberían servirme, porque la teoría hay que llevarla a la práctica, y por eso hoy estoy aquí escribiendo estas letras.
Yo también me pregunto…¿porque no paré a tiempo?¿porque sabiéndolo seguí dejándome dominar por mis caprichos?¿porque toda esa teoría se queda en eso y no aplico lo que de sobras sé?
Elisabeth fue privada de uno de sus privilegios, ganó unos desagradables sentimientos que, creo no equivocarme al afirmar, todos hemos sentido al descuidar nuestros compromisos y decepcionar a quien espera y merece de nosotros, pero también ha comprendido que esas señales deben ser escuchadas, que es capaz por si misma de mucho más de lo cree.
Todas podemos ser esa Elisabeth…yo la primera, me avergüenzo de mi misma, de mis muchas palabras y mis pocos actos acordes a ellas, pero confío estar a tiempo y que no me sean eliminados más privilegios, pues quien los otorga los hace con agrado si son merecidos y yo los gozo con intensidad.
A veces vernos reflejados en alguien te hace darte cuenta, mirar desde fuera ese personaje, en este caso llamado Elisabeth, te hace analizar tu propia escena y ser capaz de descubrir porque tu mismo cometiste ese fallo. 
Tengo una valiosa voz interior, unas sensaciones que me dan señales que desatiendo y debería hacerles mucho más caso, porque hoy sé que no me mienten, sino que soy yo la que me engaño a mi misma…
Gracias Elisabeth por tanto como me has ayudado esta tarde…
Gracias mi Señor por Tu paciencia y por el enorme esfuerzo que haces para enseñarme…

Clarividencia

A veces creo preferir no ver, que la ingenuidad que creía poseer me siga invadiendo, pero renací, desperté del profundo sueño en que me hallaba, obligada por el temor permanecí callada, cegada, inmóvil  dejando que el tiempo transcurriera como si fuera dentro de un tren que marcha a toda velocidad.
Aunque prefiera no ver porque hacerlo duele, sé que vivir en el engaño solo me ha ocasionado mayores tormentos, sé que me dejaba llevar por todo cuanto me rodeaba, sintiéndome zarandeada por las olas en mi inestable balsa, procurando mantener un equilibrio que no poseía, y angustiada por no ser capaz de anclarme en buen puerto y vivir allí la vida que quería para mí.
No se trata de estar ajeno al mundo, de aislarme en la caverna de mis instintos primitivos, sino de caminar con paso firme entre mi entorno, escuchar pero no dejar que el ruido me distraiga, no imponer pero tampoco dejar que me impongan aquello que no deseo.
El crecimiento implica ver en mi interior, conocerme a mi misma, algo tan temido por sentirme incapaz, pero algo que a día de hoy me lleva a saber, a ver con claridad aquello que realmente forma parte de mí y aquello que adquiero debido a tantos agentes externos que impactan indiscriminadamente sobre mi ser, y poder discernir si los quiero o solo son virus invasores que hay que eliminar antes de que causen un mal.
A veces siento como si tuviera “superpoderes”, como si mi visión fuera tan clara ante ciertas cosas que me parece increíble y también doloroso, ver las intenciones ocultas, las artimañas, trampas y usos que se le da a aquello que debería ser usado con naturalidad y simplicidad.
Vivir en la ignorancia a veces es más sencillo, y despertar como yo lo estoy haciendo es no menos que chocante, y gestionar estas visiones de mi misma y de mi entorno no es sencillo.
Es verdad que mi capacidad de análisis se está volviendo más práctica, aunque aún me queda mucho camino por recorrer en este sentido, y desenredo los ovillos con mucha más facilidad, llegando a las conclusiones que me permiten continuar y no quedarme parada como si hubiese metido los pies en un bloque de hormigón y el agua me llegara hasta el cuello, teniendo que esperar a que alguien me saque o el sol evapore el agua para volver a respirar.
Ahora estoy centrada, y cuando las olas impactan, pues éstas no pueden controlarse, la experiencia en un mar tormentoso me hace luchar con firmeza por aquello que sé que es mi forma, y cuando la tormenta pasa, elevarme como águila y procurar ver con cierta distancia los daños causados y como pude haber hecho para que éstos hubieran sido menores.
De todo se aprende, y aunque me negué en mi menosprecio a luchar, ahora llegó el momento y no puedo ya dar marcha atrás porque mi propio impulso me empuja hacia delante, a continuar por este camino que emprendí no hace mucho tiempo, sabiendo que es el único modo.
Mis miedos me condicionan terriblemente, y tengo demonios que me han acompañado durante la vida, que se han alimentado de ellos, creciendo fuertes a la vez que me debilitaban a mí.
Creían que al hacerlo jamás los vería, porque estaba tan hundida que resurgir pensaban que era imposible, pero descuidaron muchos factores, porque estaban tan centrados en su propio alimento que no repararon en  que mi deseo y la esperanza, me ha ido dando fuerza y de tantas caídas se aprende.
¿Sabéis que los demonios también tienen miedo? miedo a dejar de ser tu miedo, pánico a que otros le roben su lugar y que dejen de ser el centro de tus tormentos…
Cuando lo ves, cuando decides actuar en consecuencia y dejar de pensar en ello, cuando les descubres escondidos riéndose cruelmente y en vez de luchar contra ellos los ignoras, se esfuman, desaparecen y entonces has descubierto el arma que usar contra ellos.
Vuelven, puedo asegurar que son realmente persistentes y usan armas más poderosas para contrarrestar las tuyas, pero…yo también…
Es doloroso, muy doloroso sobretodo cuando ves que los miedos provienen de algo que tu creías bueno para ti, cuando descubres que estabas apostando por algo que solo te causa desasosiego y debes desprenderte de esas sensaciones, aceptar que te hacen mal y prescindir de esa carga para poder dar un paso más hacia tu propia felicidad.
Supongo que la mayoría ya lo habréis leído, pero mi Señor puso unos preciosos versos en su blog titulados como “Dame”, y hoy, al enfrentarme de buena mañana a la clara visión e identificación de uno de esos miedos que en otra ocasión me hubieran atormentado durante horas, han acudido a mí, y he sentido Su deseo, tantas otras veces sentido y he visto el arma que usar:

No dejaré, mi Señor,
que me atormente mi temor,
Tu guía me ha mostrado
como debo combatirlo.
Sin fuerza le dejaremos,
porque de nada nos sirve,
al volcar la pena que me inflige
cuando se apodera de mi.
Quisiera darte en esta mañana,
la belleza de mi entrega,
pero debo hoy compartir
aquello que me frena.
A Ti vengo, sin dudar,
y por el camino pierdo,
con la intención de darte,
la angustia que me turba.
Ayúdame con ésta suplica
a abandonar mi miedo,
que nada encarcele
mi anhelo de llegar a Ti.

Así con estos versos en Sus manos puse mi temor y aunque olvidarlo no quiero, le quité la fuerza y nada más sentirlo sonreí de nuevo.

Feliz lunes.

Vergüenza tras mi egoísmo

Por un momento, cuando me ofreciste Tu hombro pensé…”si lo necesito pero…¿y Tu que necesitas?” pero no dije nada… y durante todo el rato tuve esa sensación extraña de cuando algo te ocurre pero no quise escucharla…solo oía mi YO YO y YO…
Hablo de complacerte, hablo de que estoy para servirte y para amarte, pero en el momento en que me necesitas no me tienes, en cambio yo te he tenido en todo momento, me has cuidado, protegido y enseñado dejando incluso de lado Tus preocupaciones ¿donde me deja eso entonces?¿que tipo de persona soy?¿que tipo de esclava tienes?…
Te pido perdón mi Señor, porque he sido egoísta y completamente desconsiderada…lo siento mucho…
Sé que pedir perdón no soluciona la falta cometida, que lo hecho hecho está y que la atención no dada no puede recuperarse, y también sé que el único modo de que el dolor causado no sea en vano es aprendiendo la lección y viendo en otras ocasiones que no solo yo necesito cuidados y atención, sobretodo teniendo en cuenta que mi deber, mi elección y mi deseo es justo ese, prestarte atención a Ti dejándome de lado a mí.
Quisiera haberte servido de consuelo y he desperdiciado hoy una maravillosa oportunidad de servirte. Por ello tengo un gran pesar, bien lo sabes, y como siempre me dices “en el pecado está la penitencia” y no me quejo porque es el pago por mi impulsividad y mi egocentrismo, pero siendo consciente de que merezco un correctivo por mi actitud, me pongo ante Ti y asumo aquello que quieras imponerme…
Aunque no lo merezco, si me lo permites…A Tus pies…